En Coapa, existe una población de gatos ferales que exige atención.
Hace unos días, Carlo Castro, representante del área de animales de la Alcaldía de Tlalpan anunció que estaban preparando el trampeo de gatos ferales en la Secundaria No. 40, ubicada en av. del Riego y Arbolito, en Coapa, ya que autoridades de la secundaria reportaron la existencia de una gran cantidad de gatos, que han invadido a esta Escuela Secundaria.
Según algunos vecinos, esto no sólo está ocurriendo en la Escuela Secundaria, también se ha dado aviso de que ocurre en diferentes áreas de la zona habitacional de Villa Coapa, donde según los denunciantes, prolifera este tipo de gato.
Carlo Castro comentó que los gatos ferales, son animales útiles en el lugar donde deciden ubicarse porque controlan animales como ratas, ratones, cacomixtles y tlacuaches. Algunas empresas. por ejemplo, estudios de televisión alientan la aparición de estos gatos porque, de manera natural, cuidan que las ratas y los ratones no se coman los cables. Por esto y por motivos humanitarios hay que cuidarlos.
Agregó que se debe controlar el crecimiento de estas colonias, «hay que cuidarlos así es que ya saben cualquier cosa comuníquense a las redes de la alcaldía Tlalpan o directamente a mis redes y vemos cómo podemos resolver juntos esta situación”https://instabio.cc/CarloCastroK9.
La que hace la Alcaldía en estos casos es que pone trampas para atraparlos, los vacunas y los esterilizan para controlar su reproducción y los regresan al lugar donde estaban. Para ubicarlos, se sobrevuela en azoteas y lugares altos, para distinguir los ejemplares y su cantidad.
Si alguna persona desea adoptar un gato feral no es imposible, pero hay varios pasos que se deben seguir primero y requerirá de tiempo, paciencia y por supuesto amor.
Hay que tener presente que un gato feral no sabe cómo vincularse con los humanos, y puede haber tenido una mala experiencia y reaccionar en forma agresiva silbando, arañando o mordiendo. Acercarse de golpe a un gato feral puede ser estresante para él, y más si se trata de manipularlo o atraparlo, porque incluso podría incluso sufrir un paro cardíaco. Por otro lado, el arañazo de este tipo de gatos puede provocar lesiones graves, septicemia (respuesta extrema del cuerpo a una infección. Es una emergencia médica potencialmente mortal, ocurre cuando una infección que se tiene provoca una reacción en cadena por todo el cuerpo), puede ser portador de sarna, y si se trata de un gato con rabia, puede contagiar a través de la mordida.
No todos los gatos ferales pueden ser domesticados y acostumbrarse a vivir dentro de una casa. La edad, la personalidad del gato y el tipo de experiencias que haya tenido en la calle y con los humanos, serán factores que determinarán que tan domesticable es cada gato en forma particular. Es un proceso lento que no debe ser forzado.
Hay que empezar por conquistarlo con comida, estableciendo una rutina en torno a la comida, eligiendo un lugar y déjale un plato con comida. No hay que hacer contacto con el gato, idealmente dejar el alimento cuando él no se encuentre en el lugar o dejar el alimento suave y silenciosamente, sin contacto visual con él. Situarse a una distancia prudente para que se atreva a acercarse al plato, dejar que lo descubra y lo huela hasta que se atreva a comer. Puede que esto no ocurra hasta el segundo o tercer día, hay que esperar con paciencia y solo observarlo en silencio.
Dejarlo que conozca nuestra voz, cuando ya lleve un par de días comiendo lo que se le ofreció y se sienta cómodo con nuestra presencia, es el momento para empezar a hablarle con un tono amable y suave, sin sobresaltos para que no se asuste. Poco a poco irá perdiendo el miedo y acostumbrarse a vernos cada día.
Acércate sin tocarlo. Si parece que el gato está bajando la guardia y comienza a confiar en nosotros, hay que intentar acercar la comida un poco más a nosotros y quedarnos quietos, hablándole suavemente, si se acerca, deja que nos huela, pero sin intentar acariciarlo.
Cuando notemos que ya esté listo para intentar el primer contacto, hay que probar extendiendo la mano suavemente hacia él. Se debe vigilar sus reacciones y si se nota asustado, nervioso o agresivo hay que retirarse y volver al paso anterior por unos días. Con el tiempo, se podrá progresar gradualmente a acariciarlo e incluso levantarlo suavemente.
Una vez obtenida su confianza y que se deje acariciar, lo siguiente es verificar que esté sano, hay que llevarlo al veterinario para un diagnóstico completo, vacunas y esterilización, de ser necesario. Este paso es esencial para su salud y seguridad, así como para la de los otros integrantes del hogar ya sea humanos o felinos.
El día que lo llevemos a nuestro hogar, hay que acondicionar un espacio tranquilo con una caja de arena, agua fresca y alimento, y que esté reservado sólo para el gato, sin acceso de otras mascotas. También se le puede agregar un rascador, un árbol para gatos y lugares para esconderse y dormir.
Presentarle a los otros integrantes del hogar de a poco y de a uno, con breves interacciones diarias. Poco a poco el antiguo gato feral va dejando atrás sus días de calle.