En México, es común encontrar que algunos establecimientos comerciales intentan cobrar a sus clientes un porcentaje adicional, generalmente entre el 3% y el 5%, por realizar pagos con tarjeta de crédito o débito. Esta práctica, aunque desafortunadamente extendida, es completamente ilegal. El propósito de este artículo es informar a los consumidores sobre la ilegalidad de estos cobros adicionales, respaldando la información con las leyes vigentes en México y explicando de manera sencilla cómo protegerse ante esta situación.
Cuando un consumidor decide pagar con su tarjeta de crédito o débito en un establecimiento, espera que el precio anunciado del producto o servicio sea el final. Sin embargo, algunos comercios añaden un cargo extra bajo el pretexto de cubrir las comisiones que ellos deben pagar a las instituciones bancarias por el uso de las terminales de pago. Este cargo adicional es ilegal y va en contra de las normativas establecidas tanto por los contratos entre comercios y bancos como por la legislación mexicana.
Los contratos que los comercios firman con los bancos para la instalación y uso de terminales de pago especifican claramente que no se debe trasladar ningún cargo al consumidor final. Esto se debe a que las comisiones por el uso de las terminales de pago son un costo que el negocio debe absorber como parte de sus gastos operativos, no un costo que deba transferirse al cliente. Los bancos estipulan en sus contratos que el precio final pagado por el cliente no debe ser incrementado por el hecho de utilizar una tarjeta.
El Congreso de la Unión ha aprobado leyes que refuerzan esta prohibición. La Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros y la Ley de Protección y Defensa al Usuario de Servicios Financieros, ambas establecen que ningún comercio puede cobrar comisiones adicionales a los consumidores por el uso de tarjetas de crédito o débito.
Esta ley establece en su artículo 12 que las entidades comerciales no pueden imponer cargos adicionales a los consumidores que elijan pagar con tarjeta de crédito o débito. Esta disposición busca proteger al consumidor y asegurar que el precio anunciado sea el precio final, sin incrementos ocultos o adicionales.
De manera similar, esta ley, en su artículo 10 Bis, prohíbe a los comercios cobrar cualquier tipo de comisión a los consumidores por el uso de tarjetas bancarias. Esta ley tiene como objetivo garantizar la equidad y transparencia en las transacciones comerciales, protegiendo los derechos de los consumidores.
Los comercios que no cumplan con estas leyes se enfrentan a sanciones que pueden incluir multas significativas y la revocación de sus terminales de pago. La Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) es la entidad encargada de vigilar y sancionar estas prácticas ilegales.
Los consumidores tienen derecho a reportar cualquier comercio que intente cobrar una comisión adicional por el uso de tarjeta. Al presentar una queja ante PROFECO, los consumidores pueden ayudar a detener estas prácticas abusivas y fomentar un entorno comercial más justo.
Si te encuentras en una situación en la que un establecimiento comercial intenta cobrarte una comisión adicional por pagar con tarjeta, aquí hay algunos pasos que puedes seguir para proteger tus derechos:
Es fundamental que los consumidores en México estén informados y empoderados para defender sus derechos. El cobro de comisiones adicionales por el uso de tarjetas de crédito o débito es una práctica ilegal que debe ser erradicada. Las leyes mexicanas protegen a los consumidores de estos abusos, y entidades como la PROFECO están disponibles para asistir en la defensa de estos derechos.
Al estar bien informados y actuar cuando se enfrentan a estas situaciones, los consumidores pueden contribuir a crear un mercado más justo y transparente. Recuerda siempre que el precio que ves anunciado debe ser el precio que pagas, sin sorpresas ni cargos adicionales.
En la actualidad, cada vez más negocios de cualquier tamaño están aceptando pagos con tarjeta de crédito o débito. Esta tendencia facilita a los consumidores la elección de dónde realizar sus compras, basándose en la calidad del servicio y el respeto a sus derechos. La competencia entre comercios por ofrecer un servicio al cliente de alta calidad se traduce en una mayor cantidad de opciones para los consumidores, quienes pueden elegir con libertad.
Si un comercio persiste en prácticas ilegales como el cobro de comisiones adicionales por el uso de tarjetas, los consumidores tienen el poder de decidir llevar su negocio a otro lugar. Esta capacidad de elección es una herramienta poderosa que puede influir significativamente en el comportamiento de los comercios. Los negocios que no se alinean con las normativas y no respetan a sus clientes corren el riesgo de perder ventas y, en última instancia, dañar su reputación.
Al cambiar de proveedor, los consumidores no solo protegen sus derechos, sino que también envían un mensaje claro de que no tolerarán prácticas abusivas. Esta acción puede incentivar a los comercios a cumplir con las leyes y ofrecer un trato justo y transparente a todos sus clientes.
En resumen, estar informado y tomar acción es clave para proteger tus derechos como consumidor. Al rechazar el cobro de comisiones ilegales y optar por comercios que respeten las normativas, contribuyes a un mercado más justo y competitivo. Los negocios deben adaptarse y respetar las leyes para mantener la confianza y lealtad de sus clientes, garantizando así un entorno comercial más equitativo y favorable para todos.